Retarnos a nosotros mismos exige carácter y mucha voluntad. Aceptar a las personas que llegan a formar parte de nuestra vida solo requiere de actitud. Buena o mala, objetiva o subjetiva, dispuesta o con reparos, eso depende de cada uno. Esta semana conocimos a nuestros nuevos compañeros: Joel Muriel, Robinson y por último Daniel. Gente agradable, dispuesta, profesional, con muchas expectativas pero también con temores; si temores de romper esquemas, de enfrentarse a nuevas metodologías, a nuevos espacios, a nuevos compañeros, rodeados de nostalgias por lo dejado, pero al mismo tiempo con ganas, con ideas nuevas, con nuevos aires. ¡Bienvenidos compañeros! ¡Los esperábamos!
Estudiantes, eso es lo que les esta pasando. La vida esta esperando su respuesta. Cada trabajo es un interrogante, un desafío para que demuestres lo que puedes hacer. ¡No vale rendirse! Los obstáculos están para vencerlos. No se dejen asustar por el trabajo, recuerden que el ideal está más allá, como dice San Agustín.
Cuando aspiraron a ser parte de nuestro colegio, eran conocedores de su metodología, de que era distinto, que buscaba la excelencia y esa está en cada uno de ustedes. Dejénla que brote, que emane en cada actividad, en cada clase, en cada tarea.
Los encuentros pedagógicos no pueden convertirse en una tortura, son un goce, una alegría, un descubrimiento, un nuevo aprendizaje que viene a formar parte de su personalidad y a definir su futuro.
¡No se rindan!
No hay comentarios:
Publicar un comentario